Transformación
Transformando los negocios a través del poder de las personas, la tecnología y la innovación.
¿Cómo se puede pasar de ser un líder del mercado a ser un creador de mercado?
La pandemia COVID-19 ha intensificado el ritmo del cambio global y la presión sobre las empresas para responder. Se espera que las empresas no solo se mantengan al ritmo de la evolución del entorno externo, sino que también cambien la forma en que cambian, desde los modelos de negocio hasta la interacción con los clientes y el compromiso de los empleados. Esta presión se ve agravada por las demandas cambiantes de los stakeholders, que están dando prioridad al crecimiento sostenible y previsible de los beneficios para buscar en su lugar empresas con una capacidad demostrada de sortear la disrupción. En resumen, el mundo pospandémico requiere que las empresas aceleren el ritmo del cambio organizativo. Y, al mismo tiempo, los inversores buscan, cada vez más, algo más que líderes de mercado; buscan creadores de mercado.
Reformulando el futuro con tres nuevos impulsores de valor
El imperativo de llegar al futuro y prosperar nunca ha sido más crítico. Sin embargo, algunas empresas creadoras de mercado hacen más que simplemente prosperar, crean un valor exponencial. En nuestra experiencia, los creadores de valor exponencial se diferencian por su capacidad de aprovechar tres impulsores de valor crítico: colocar a los seres humanos en el centro de su organización, aprovechar la tecnología a la velocidad y permitir la innovación a escala. A través de estos, los creadores de mercado aceleran el valor que crean a largo plazo, reformulando su futuro para prosperar mientras aprovechan las oportunidades a través de la disrupción.
Núcleo de creación de valor
Personas al Centro: Las empresas que generan un valor exponencial saben cómo poner a las personas, tanto clientes como empleados, en el centro de sus organizaciones. Esto influye en su estrategia fundamental, en cómo operan, gestionan y redefinen su negocio para el futuro. Significa construir el negocio de una manera más centrada en el cliente, al tiempo que se crean experiencias más atractivas para los empleados.
Innovación a Escala: Las empresas necesitan establecer un «músculo» de innovación o un motor central que esté en el corazón del negocio. Esto no es una experimentación adicional: es una innovación que impulsa una contribución significativa para redefinir el negocio, y no solo una vez, sino repetidamente. Como resultado, toda la empresa se mueve y se adapta más rápidamente. La innovación se convierte en una parte integral de la manera en que la empresa opera.
Tecnología a Velocidad: Las empresas necesitan adoptar la tecnología para desarrollar nuevos procesos, productos, servicios y negocios enteros, y desplegarla a la velocidad requerida para ofrecer experiencias superiores a clientes y empleados. Es importante que utilicen la tecnología como un instrumento de creatividad, para obtener una ventaja competitiva significativa a medida que las nuevas tecnologías generan formas de trabajo fundamentalmente diferentes.
Transforma la forma en que transformas
Estos nuevos impulsores de la creación de valor exigen un cambio fundamental no solo en la forma en que las empresas se reorientan para crear valor, sino también en lo que valoran agilidad frente a previsibilidad; innovación frente a planificación estratégica; modelo operativo frente a pensamiento sistémico. Es una mentalidad de transformación que requiere el procesamiento paralelo de múltiples e interdependientes horizontes temporales: ahora, lo que sigue y más allá. Las empresas deberían dividir esto en un enfoque 70:20:10.
1. Ahora (hoy): el 70% del esfuerzo y la inversión
– Construir una base que pueda apoyar el crecimiento futuro
– Proteger el valor de los mercados y operaciones principales
2. Lo que sigue (12 meses): 20% de esfuerzo e inversión
– Habilitar nuevas propuestas de valor
– Llevar las capacidades existentes a nuevos mercados y optimizar el rendimiento en los mercados existentes con nueva tecnología
3. Más allá (el futuro): 10% de esfuerzo e inversión
– Explorar negocios completamente nuevos
– Reinventar la industria creando nuevos mercados y nuevas capacidades
Dando el primer paso con la innovación del futuro
En tiempos de cambio, incluyendo, y quizás lo más importante, en recesiones económicas pasadas, las empresas que experimentaban un crecimiento exponencial en valor adoptaron lo que llamamos un enfoque de «futuro iterativo». Los líderes comienzan este proceso preguntando: ¿Seguirá mi empresa siendo relevante dentro de 2, 5 o 10 años? ¿Y cómo puedo aumentar nuestra ventaja competitiva con una audaz toma de riesgos cuando es menos probable que otros tengan el estómago y la resistencia para ello? Entonces, con su propósito como guía central, exploran el futuro y su visión, trabajando a través de escenarios de futuro iterativo que pueden flexibilizarse y adaptarse para asegurar que están siguiendo un camino para mantener la relevancia hoy y dentro de 15 años. Las organizaciones deben adquirir el hábito de incorporar la adaptabilidad en su enfoque de los negocios. El pensamiento del futuro iterativo da a las empresas las herramientas para construir el músculo necesario para adaptarse a lo que el futuro pueda deparar.
La base de la futura creación de valor
Transformation es el enfoque de Main and Co, para ayudar a las empresas a mejorar su capacidad de adaptación, y crear más agilidad en su modelo operativo para entregar y sostener motores de creación de valor a largo plazo. Ayuda a las empresas a entender y conectar con los clientes a través de experiencias más ricas. Les permite aprovechar y desplegar la nueva tecnología más rápidamente. Puede inspirar y comprometer a los empleados y puede construir la próxima generación de líderes de la transformación con un propósito claro y poderoso, habilitado por culturas productivas y atractivas. Puede ayudar a las empresas a mitigar las amenazas constantes y a mantener su relevancia, al tiempo que desarrolla la capacidad de reinvención e innovación continua de los negocios. Todo esto da lugar a una mayor alineación con las nuevas expectativas de valor de los inversores y a la creencia en ellas, lo que culmina en una mayor capacidad para aprovechar el potencial de creación de valor de la organización.